La pandemia ha sido uno de los mayores retos de nuestra generación. Como estudiantes que se graduaban en Derecho en 2020, nunca imaginamos que ése sería el mundo al que nos enfrentaríamos. Nuestro país se vio gravemente afectado por los efectos de la pandemia, y todos nuestros problemas subyacentes se hicieron evidentes: somos una nación profundamente dividida, donde la raza, el género, la orientación sexual y el estatus socioeconómico son factores clave en la denegación del acceso a la sanidad, la educación, el empleo e incluso la participación política. Como individuos, estábamos desanimados y nos sentíamos impotentes. Sabíamos que la exclusión social a la que millones de peruanos se enfrentan cada día es la definición de injusticia. Ya no nos sentimos así. El poder de la comunidad nos transformó para siempre; nos ayudó a encontrar dirección y propósito.

Qhumanta es, en cierto modo, un pequeño ecosistema de cambio. El objetivo de este proyecto es transformar nuestra nación, pero en el proceso de construirlo también nos cambió a nosotros y, poco a poco, está cambiando a la gente que nos sigue y nos apoya. Somos la prueba viviente de que no es necesario tener condiciones perfectas para empezar a crear el país que esta y las futuras generaciones de peruanos merecen: uno donde cada ser humano sea reconocido, valorado e incluido plenamente como miembro de la sociedad en igualdad de dignidad y derechos. Todo empezó en una reunión de Zoom en la que los seis nos dimos cuenta de que ya estábamos hartos de quejarnos y que era hora de actuar. La idea era poner la ley al servicio de la justicia, utilizar nuestros conocimientos jurídicos para servir a los miembros de nuestra comunidad que siguen siendo tratados como si sus voces y sus derechos no valieran lo mismo que los de los demás. Esa noche, nos animamos mutuamente a soñar a lo grande, a ser audaces, creativos, a comprometernos y a pensar con originalidad. Aquella noche, entramos en la videollamada siendo seis estudiantes de derecho desanimados y salimos siendo un equipo de agentes del cambio inspirados. Al soñar juntos con un país verdaderamente integrador, descubrimos un poder transformador.

Nos queda un largo camino por recorrer, pero desde entonces no hemos parado.